Artículo 504. Después del verano es curioso observar cómo la gente queda fascinada con las tiendas que se cierran y se abren en su barrio. Todo el mundo se acerca a la tienda y se pregunta que ha ocurrido y por qué no funcionó.
Todo esto os lo cuento porque esta semana leí un estudio de la Universidad de Boston que dice que después del verano aumentan significativamente tres cosas: Las rupturas de parejas, el cierre de negocios y… Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “Paddling to Alaska” (Esports 3) Trepidante este documental sobre un viaje en piragua donde el protagonista Rai Puig, consigue que en todo instante sientas su periplo por Canadá con tu propia mirada.
2º lugar. “El último concierto” (Blu-ray) Una de esas hermosas películas que saben hablar a la perfección del paso de los años, las concesiones y la consecuencias que implica vivir. Fabulosa la maestría de Philip Seymour Hoffman. Cómo se le echa de menos…
1ª posición. “La montaña rusa” Dani Martín logra en este brutal disco encadenar los temas de una forma que al escucharlos juntos sientes que forman parte de una sinfonía de dolor y ternura perfecta.
Y la tercera cosa que aumenta después del verano son los planes para cambiar. Las personas desean ser otras después del verano, tanto de cuerpo como de energía y crean un plan para lograr cambiar las cosas que no les gustan. Y ese cambio arrastra a otra gente a también buscar su propio cambio.
Pocos lo logran según el estudio, alrededor de un 3%. Según ellos, toda esa búsqueda de cambios son fruto del dolor que se ha soportado durante el resto del año… Las rupturas, las tiendas cerradas y las personas. Curioso que todo explote después del verano. Supongo que como decía el gran Pablo Neruda: “Hay heridas que en lugar de abrirnos la piel, nos abren los ojos”. ¡Feliz domingo y felices cambios!