Artículo 387. El otro día leí un estudio de la Universidad de Virginia que me dejó totalmente extrañado. El experimento intentaba averiguar que ocurre con las personas cuando se les impide realizar actividades. Durante 11 pruebas diferentes se les prohibía hacer absolutamente nada durante 10 minutos.
Si durante esos 10 minutos conseguían no hacer nada, tan sólo estar con sus propios pensamientos, pasaban la prueba. Pero en las salas en que estaban había cientos de distracciones: Desde conectarse a internet, leer, comer, ver la televisión y hasta tenían una máquina que si se la aplicaban, les podía dar una leve descarga eléctrica.
Y lo curioso fue que… Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.
3er puesto. “El extraordinario viaje de T.S. Spivet» Una de esas películas que desprenden cien mil imágenes y que se mezclan en tu esófago para obtener tu propio film llena de tus emociones cercanas.
2º lugar. “El temblor de la falsificación” Patricia Highsmith (Alfaguara) Uno de esas maravillas que perfuma cualquier época del año en que comiences a devorarlo.
1ª posición. “Tom Jones” (Festival de Pedralbes) Un concierto brutal y lleno de una pasión desbordante. Auténtico y único. Absolutamente para enmarcar.
Y volviendo al estudio. Han descubierto que casi el 76 por ciento de los participantes no podían estar 10 minutos sin hacer nada. Pensar en su vida sin realizar ninguna acción, les ponía de los nervios y acababan realizando acciones, Y es que hasta preferían recibir la descarga eléctrica a continuar totalmente quietos y en silencio.
No sé bien que conclusiones se pueden obtener que no sean las obvias… Pero como siempre el encuentro con aquel vecino sabio del que a veces os hablo, dio luz a todo. Le expliqué el estudio y solo dijo una frase… «Pensando se crean los problemas…» y marchó… ¡Feliz domingo!