Artículo 501. Esta semana en un restaurante de Llafranc vi que tres amigos pedían la peor mesa que había en la terraza para comer. El restaurante estaba medio vacío así que hasta al camarero le extrañó que pidieran una mesa de espaldas al mar y situada cerca de la contaminación de los coches.
Al final de la comida no pude más que averiguar por qué esa elección y me contaron… Bueno, casi os lo explico después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “El secreto de las zonas azules” de Dan Buettner (Grijalbo) Increíble y práctico este libro que te habla de cómo se alimentan en las zonas más sanas y longevas de nuestro mundo.
2º lugar. “Juegos paralímpicos de Río” (Teledeporte) Ver cada retransmisión de estos héroes me emociona hasta el esófago. Ojalá la 1 se atreva a transmitirlo como hicieron con los otros juegos.
1ª posición. “El principito” de Mark Osborne. Esta increíble película de dibujos animados supura tanta verdad que se convierte en una continuación fiel de ese clásico fantástico.
Y lo que me contaron es que habían perdido a un amigo en un accidente de coche justo hacía un año. Y querían comer en la misma mesa donde estuvieron todos juntos. La emoción de retornar no era triste sino un motivo de felicidad.
Les comprendí, yo perdí a mi padre justo hace un año y noto que en este último año no he hecho nada de lo que antes hacía. Me he tomado un descanso y de alguna manera he decidido parar el mundo, salir de él, para cuando volviese 12 meses más tarde sentir que había respirado, sentido y recordado todo lo que él significó en mi vida.
Al fin y al cabo todo duelo es diferente. No importa si repites todo lo que hiciste o si lo haces todo diferente. Tomando el postre junto a aquellos tres desconocidos, llegamos a la conclusión que cualquier persona que pierdes continúa aquí, una porción de su energía permanece para siempre dentro de ti y te aconseja. ¡Feliz domingo!