Artículo 625. Un buen amigo me enseñó hace años que si los sueños son el norte y se cumplen, entonces debes ir al sur. Saber cambiar de dirección vital es básico en esta vida para no toparse ni con la tristeza ni con la reiteración.
Hace poco, una dama de 87 años, vecina de mi barrio, me habló también de las líneas de la vida. Ella lo enfocó desde otro punto de vista pero sonaba bastante parecido. Me contaba que por las noches, ella ha trazado una línea mental con la cama de su difunto marido, para que el frío de un colchón no traspase el suyo. Y añadió: “Una cosa es el dolor frío del recuerdo y otro menos sofisticado el del invierno”.
Aquello me pareció un artículo pero de repente dijo… Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “Un momento en común” escrita y dirigida por Mikko Mäkelä. Una bella historia sobre las diferencias que contiene una perfecta resolución que te desarma.
2º lugar. “Contes” de Pere Calders. (Rosa del vents) Bellamente ilustrado por Ignasi Font, esta recopilación de cuentos del maestro te atrapa, te dulcifica con el mundo y te hace sentir mejor persona.
1ª posición. “El hormiguero” La entrevista de Pablo Motos al Dr. Pedro Cavadas fue de una belleza y sinceridad brutal. Estoy seguro que todas esas certeras lecciones se depositaron en mucha gente que virará su dirección vital en busca del respeto con uno mismo y con los otros.
Y volviendo a la dama, lo último que me contó es que ahora cuando va por la calle, para evitar sufrir ningún percance con tantos objetos con ruedas que se le cruzan a pocos centímetros, toma una dirección fija y no se desvía ni un solo milímetro ni hace cambios bruscos de dirección. Y añadió: “Mi mala movilidad está condicionada por la velocidad de los que si la poseen”.
No debiera ser así, las personas de 87 años han pasado por demasiado para no poder hacer lo que les rote por la calle, deberíamos solucionarlo. ¡Feliz jueves!