Artículo 696. Hace un par de días quedé con un amigo que es un estudioso de los efectos secundarios que provoca el conoravirus. Él es doctor y ha estado durante estos meses hablando con cientos de pacientes y preguntándoles sobre pequeños efectos en su cuerpo y en su mente que notasen al coger el coronavirus.
Él es de los que cree que en esos pequeños efectos secundarios está la respuesta más inmediata para evitar cualquier rebrote. Busca cualquier síntoma que no sea ni tos, ni fiebre, ni dificultad de respirar ni falta de olfato, sino aquellas insignificancias que solo uno mismo conoce porque sabe que no forman parte de él.
Y lo más curioso que ha encontrado es… Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “La flor de canela” Estos días no he parado de escuchar esta versión de María Dolores Pradera y Joaquín Sabina. Hay canciones que destilan magia y esta es una de ellas.
2º lugar. “Queda’t amb mi” Cesc logra una canción repleta de felicidad y que te transporta a una nostalgia positiva sobre lo perdido y lo ganado.
1ª posición. “Upload” creada por Greg Daniels. (Amazon Prime Video) El primer capítulo promete mucho, me encanta esa visión futurista repleta de pequeños juguetes cibernéticos. La relación entre ángeles y clientes del cielo es un hallazgo.
Y mi amigo me contó que la gente que había cogido el coronavirus hablaban sobretodo de dos pequeños efectos muy secundarios: Un dolor desconocido en la rodilla izquierda y un extraño picor que jamás habían sentido por todo el cuerpo.
Él habla con mucha pasión de esos dos pequeños hallazgos, me dijo que fue muy difícil obtener esos datos porque la gente lo que menos desean cuando están enfermos es tener que hablar de sus pequeñas intimidades pero que lo acaban haciendo para poder ayudar a otros.
No tengo dudas que para acabar con una epidemia se necesita la labor de muchas personas realizando pequeños actos solidarios que rezumen mucha humanidad. ¡Feliz viernes!