Artículo 289. Tengo un amigo de 89 años que se sabe epitafios de memoria, esas últimas frases que deseas que presidan tu tumba. Para él son como una guía vital…
Le entusiasman las últimas palabras de Mihura: “Ya decía yo que ese médico no valía mucho” o las de Groucho Marx: “Perdonen que no me levante”. Y también está entre sus favoritas la de Bach: “Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga”
Pero lo curioso pasó el otro día cuando íbamos juntos en coche… Nos adelantó otro automóvil que casi choca con nosotros y de repente él me contó…. Bueno, casi os lo relato después de lo mejor de mi semana.
3er puesto. “Dionne Warwick” (Peralada) Me entusiasmó el momento de fusión artístico entre Dionne y su hijo. Hubo una emoción difícil de expresar pero que proyectó una felicidad contagiosa.
2a posición. “Cuando Sale el sol” Esta tema de Lágrimas de Sangre se ha convertido en la canción de mi verano. Y como siempre, son las melodías las que te encuentran y te seducen.
1er lugar. “Buenavista Social Club” (Peralada) La regia presencia de Omara Portuondo inundó de maestría todo el concierto. Hay veces que la experiencia y la edad te dan una lección de humildad y valentía. ¡Mágico!
Y volviendo a mi amigo, me contó que aquel coche extraño que daba tumbos y que casi nos choca, había visto que lo conducía un chaval que estaba mandando un mensaje por el móvil.
Me explicó que últimamente había observado a mucha gente escribiendo al tiempo que conducía un cohete a 120 kilómetros por hora. Y fue cuando dijo una frase que me tocó: “Este mundo se está volviendo tan loco que necesitas hacer dos cosas a la vez para sentirte vivo. Estoy seguro que mucha gente ha escrito su epitafio y sus últimas palabras en su móvil segundos antes de su accidente mortal…”
Y añadió una sentencia que perdurará siempre en mi memoria: “Llego 10 minutos tarde es un epitafio muy absurdo…”