Artículo 499. Esta semana os quiero contar una anécdota que me pasó en Ischia, una isla bellísima que ha sido plató cinematográfico, allá se rodó “El talento de Mr. Ripley” y “Avanti” entre otras muchas películas.
Y fue allí donde un diente me comenzó a doler, tuve que ir al dentista local y fue cuando pasó algo de película. Resulta que… Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “M’agrada de Joan Rovira. Una de esas canciones veraniegas que no te abandona durante semanas, te alegra el agosto y te da fuelle hasta el invierno.
2º lugar. “Mi vida junto a Pablo Neruda” de Matilde Urrutia (Seix Barral) No hay duda que este diario supura magia. Le costó publicarlo y que la escucharan pero cada palabra de este libro rezuma valentía.
1ª posición. “Sorpréndeme” (Caixafórum) Decía el fotógrafo Philippe Halsman que cuando saltabas la máscara caía y aparecía el niño que llevabas dentro. En cada una de esas magníficas fotos puedes ver el alma compartida de ambos.
Y el dentista era un hombre de unos 85 años y me relató una historia de cine. Tenía en la consulta fotos con Alain Delon cuando rodó “A Pleno Sol (la primera versión de Ripley) y 39 años más tarde con Matt Damon cuando interpretó el Talento de Mr. Ripley.
Me explicó que a ambos les había dolido la misma muela cuando interpretaron el mismo personaje y a los dos los había curado en su consulta.
Le pregunté como era eso posible. Pensaba que me hablaría de casualidad pero el me dijo otra cosa: “Yo creo que los grandes actores cuando entran dentro de un personaje se modifican internamente y sienten lo que interpretan. Al hacer Ripley, Damon y Delon modificaron su rostro para hablar, respirar y sentir como él. Y de esa modificación, apareció el mismo dolor de muela. Es la magia del cine…”
Grandes interpretaciones que confluyen en un mismo dolor de muela, me parece poéticamente doloroso. ¡Feliz domingo!