Artículo 602. Tengo un amigo que siempre pregunta cual es tu nacionalidad preferida y con cual no congenias. Él cree que siempre hay gente de un población concreta que amas por sus costumbres y otras que no aguantas por algún pequeño detalle. Muchas veces tiene que ver con la comida o la educación y hasta a veces por un caso aislado de una única persona que te hizo generalizar.
El otro día me contó que conoció a dos personas cuyos lugares eran semejantes pero diferentes… Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “Pere i el llop amb Brodas Bros” (Festival de Peralada) Interesante fusión que hizo que toda la platea disfrutara con ese bello cuento lleno de emoción. La Orquestra Simfònica del Vallés estuvo a un alto nivel.
2º lugar. “Santana” (Festival de Peralada) El maestro consiguió una actuación única y logró que su magia se esparciera y hasta las cigüeñas aplaudieron de felicidad.
1ª posición. “Svetlana Zakharova” (Festival de Peralada). Un bello espectáculo que hace mella en tu alma y días más tarde te retorna para que comprendas que lo que en aquel instante te emocionó por su sencillez está repleto de complejidad.
Mi amigo conoció a una persona del norte de Suiza, de donde procede su gente favorita: los suizos nacidos justo al lado frontera de Italia de los que decía eran suizos ordenados pero con ese punto italiano que les dotaba de locura.
Días más tarde, mi amigo conoció a un italiano de Nápoles, y en cambio para él, aquellos suizos eran los que menos les gustaban porque, aseguraba, eran italianos sin serlo, sin su alegría y con la seriedad de los suizos.
Curioso como para unos aquellos eran los mejores y para otros los peores. Creo que al final todo tiene que ver con el reflejo de la personalidad de uno mismo. Tus deseos y tus anhelos te hacen creer algo que es tan solo parte de tus propias carencias ¡Feliz miércoles!