Artículo 655. Tengo un amigo que no entiende por qué la gente ríe la gracia a los que superan los límites de velocidad, los que chulean que van a 180 kilómetros y que no se preocupan de las multas porque llevan anti-radares.
Tampoco entiende a esos conductores que van a pocos milímetros del vehículo de delante haciendo luces. Realmente son acosadores que practican bullying con su propio coche.
Está muy indignado porque cree que la mayoría de estos actos son observados por miles de conductores que no pueden acusarlos ante tanta temeridad. Él opina que todo se solucionaría si… Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “El blues de Beale Street” escrita y dirigida por Barry Jenkins. (Blu-ray eOne) Un interesante film sobre el poder del amor y de los recuerdos que tiene un ritmo propio lleno de poesía.
https://www.youtube.com/watch?v=ZUcAFF5tGFk
2º lugar. “La voz más alta” creada por Tom Mcarthy y Alex Metcalf (Movistar). Un gran ritmo narrativo te lleva a quedarte sin palabras ante tanto abuso y tanta impunidad. Cada capítulo habla de un año concreto y te permite viajar hacia ese abismo terrible.
https://www.youtube.com/watch?v=lAnJJHrq0Ws
1ª posición. “Mientras dure la guerra” escrita y dirigida por Alejandro Amenábar. Un bello film que habla de cualquier tipo de injusticia y sobre cómo reaccionar cuando todo parece imposible. Todas las actuaciones son precisas y te invade una potente sensación cuando finaliza la película.
Y lo que mi amigo opina es que todo se acabaría si el propio coche fuese ese gran radar, ese gran ojo que todo lo ve. Que el propio coche denunciara todo los excesos de velocidad o conducciones temerarias y enviara esos datos y fotos inmediatamente a la policía. Él siempre sostiene: “Saber que tu propio vehículo te acusa lo solucionaría todo y devolvería muchas vidas pero nadie quiere solucionarlo…”
Él perdió a su hijo con 12 años por culpa de uno de esos que se saltan los límites de velocidad y los que han perdido tanto deberían ser escuchados con atención. ¡Feliz miércoles!