Artículo 251. El otro día estaba en un avión, a punto de despegar, cuando el capitán nos informó que se encontraba mal y que debíamos volver. Fue uno de esos instantes en que los pasajeros se buscan deseosos de encontrar una mirada cómplice…
Y volvimos al finger. El capitán apareció, nos miró al pasaje, se disculpó, alguien le preguntó como se encontraba y nos respondió sugiriendo un “así, así” con su mano…
Y desapareció… La cabina abierta indicaba un vacío inmenso… Y nos sentimos como un avión huérfano…. Y al cabo de 25 minutos y 1 segundo apareció el capitán suplente y entonces… Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.
Tercera posición. “30 minutos o menos” Me encantó la frescura, los diálogos y lo bien que se nota que se lo han pasado todos los actores. ¡Fabulosos los monos!
Segunda posición. “Culto a la luz” (Ed. del Imán) Leer a Sven Nykvist es tan delicioso que comprendes porqué este fotógrafo de cine ama la luz y huye de las sombras. Magia que ilumina mis noches.
Primer lugar. “El disc de la marató”. Os juro que hay tanta pasión, tanto arte y tanta fuerza en este disco, que al escucharlo obtienes energía positiva. ¡Fascinante y magnífico!
Y volviendo al piloto suplente. Al llegar hubo pasajeros que le aplaudieron, otros le silbaron… Creo que sintió lo mismo que un portero cuando substituye al titular. Llegó con un regalo envuelto bajo el brazo y en tres minutos sin hacer ni precalentamiento, despegó con suavidad y en una hora descendió con destreza.
Al aterrizar, salió a mirarnos. Buscando los aplausos que algunos le habían escamoteado. Vi en la cabina el regalo desenvuelto, Y me pregunté: ¿De donde venía..? ¿Era su aniversario…? ¿Qué tenía el piloto titular…?
Preguntas que jamás serán respondidas pero me encanta buscar las respuestas…Ah, se me olvidaba, le habían regalado una locomotora roja de juguete… ¡Feliz domingo!
