RECUERDOS ÚNICOS

Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único.

Artículo 599. Tengo un amigo que siempre me dice que los recuerdos nos anclan a la vida, porque cuando recuerdas disfrutas pero también comparas. Los primeros recuerdos son siempre agradables porque no aspiramos a nada. Pero cuanto más hacemos una misma cosa, más expectativas tenemos y acostumbramos a desilusionarnos al recordar experiencias similares.

Creo que contiene mucha verdad su teoría. Le pregunté por un recuerdo suyo propio que no tuviera comparación con nada. Y me hablo de cuando daba con 20 años clases particulares de matemáticas a niños de 12 años. Y un día llegó un alumno que quería clases de refuerzo pero que a los dos días descubrió que en realidad no necesitaba ninguna ayuda con los números y eso era porque… Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:

3er puesto. “Mortal y rosa” de Francisco Umbral. (Editorial Austral) Uno de esos ensayos sobre el dolor de la pérdida de tu propio hijo. Conmociona y supura dolor hasta tu esófago.


2º lugar. “Palabras sin música” escrito por Philip Glass (Malpaso Ediciones) Unas memorias que en realidad son un canto a la creación personal de este artista. Repleto de amor y fascinación por cualquier tipo de arte.

Portrait du compositeur Philip Glass en 1994. ©Marcello Mencarini/Leemage

1ª posición. “La ridícula idea de no volver a verte” escrito por Rosa Montero. (Ediciones Seix Barral) Una soberbia disección sobre la vida de Marie Curie y como puede influir en tu propia vida y ayudar a superar tu dolor.


Y lo que descubrió mi amigo al cabo de los días es que aquel niño en realidad no venía por las clases de refuerzo sino porque quería hacerse amigo de su hermano mediano. Aquellas clases no servían para mejorar las matemáticas sino para intentar conseguir una amistad durante el final de las clases particulares justo cuando se cruzaban. Ese era su recuerdo único.

Ah, por cierto, me contó que la treta funcionó, los dos chicos se hicieron grandes amigos. ¡Feliz miércoles!

Más Artículos

AGOSTOS ESPACIALES

Artículo 760. Y ya hemos llegado al último artículo antes del descanso de agosto, os echaré de menos este mes que no nos comunicaremos. Lo bueno de este mes es que todo se calma, se apaga y nada parece que...

LO DESCONOCIDO

Artículo 759. Una amiga mía tiene la teoría de que la única manera de que no te piquen los bichos es invitar a alguien a tu casa ya que los mosquitos siempre pican al invitado porque tu sangre ya la...

SACAR PUNTA

Artículo 758. Siempre me han gustado las columnas que acaban en 58, en realidad cualquier tipo de número que acabe así me atrae. Hace años soñé que el gordo de la Navidad caía en el 56658 y la verdad es...