TU MÍNIMO ES MI MÁXIMO

Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único. Ama tu caos. Ama tu diferencia. Ama lo que te hace único.

Artículo 581. Siempre me ha parecido curiosa la diferencia que existe entre la gente que no se pesa nunca y la que se pesa diariamente. Conozco a mucha gente que no le interesa cuanto pesa y en cambio otros si no se pesan antes de desayunar es como si no existieran.

Me acuerdo un día en una tienda cuando un hombre se subió sigilosamente a una balanza para pesarse y era la época de las balanzas parlantes. El susto ruborizado que se pegó aquel hombre cuando la máquina pronunció: “Su peso es 92 kilos”.

Pero quizás en temas de peso me quedo con una historia que escuché el otro día… Casi os la cuento después de lo mejor de mi semana:

3er puesto. “Deber cumplido” escrita y dirigida por Jason Hall. Esta interesante película rezuma verdad por los cuatro costados y emociona por lo que no cuenta pero intuyes.


2º lugar. “Tres tequilas y un mezcal” Taburete logra con cada uno de sus divertidos temas que respires una tranquilidad y una felicidad a sorbos lentos pero continuos.


1ª posición. “Del piano de Nyman al Bolero de Ravel” (Palau de la música). La Orquestra Simfònica del Vallès logró un concierto prodigioso lleno de una magia especial. Enrique Lapaz al piano añadió pasión en cada uno de los temas que interpretó.


Y lo que escuché el otro día en el tren fue que una pareja, que debía llevar poco tiempo juntos, estaban poniéndose al día de la otra persona. Justo hablaban sobre pesos. Él le explicaba su peso mínimo de estos últimos años y ella su máximo. Y cuando se lo dijeron, ella exclamó entre risas: “¡Tu mínimo es mi máximo!”.

Y después de darse cuenta de esa curiosa coincidencia, decidieron una rutina que querían practicar semanalmente y es que a partir de ese día siempre se pesarían juntos.

Siempre me entusiasman los ritos de las parejas y no hay duda de que “tu mínimo es mi máximo” es una frase perfecta que puede abarcar peso, paciencia y amor en todo tipo de relaciones. ¡Feliz lunes!

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