Y ya está fuera… 25 episodios después, Lleó ha salido del hospital. Es un alta voluntaria pero como comentamos en el post anterior, a veces para luchar con fuerza debes abandonar y, para abandonar, tienes que haber luchado con todas tus fuerzas…
Es un capítulo duro porque siempre lo es irse sin el alta. Yo también tuve ese tres por ciento, me dieron un mes de vida pero me dijeron que me fuera a disfrutarlo a una isla. La vida, en ocasiones, es complicada.
A veces no quedan demasiadas salidas… Pero os puedo asegurar que irte con gente que te quiere es media victoria. Me gusta el esfuerzo que hace Jordi; de alguna forma es lo que necesita hacer para que Ignasi desaparezca de su vida.
Ser valiente es complicado, pero la vida que cada uno de ellos tiene repartida dentro es la fuerza que siempre les guiará por el camino correcto. Hasta que Jordi no ha encontrado su camino, hasta que no ha luchado de verdad, la vida que llevaba dentro estaba junto a él. Cuidándole, vigilándole, aconsejándole. Gracias, Ignasi, por tu labor. Ahora ya puedes irte… Todo está bien en tu vida… Tu madre, tu amigo… Ya puedes irte… Gracias, Mikel… Eres grande.
Quedan dos episodios. Dos capítulos fuera del hospital. Dos entregas que marcarán el final de la temporada. Para mí, personalmente, son los dos mejores de la temporada, son los que hablan de ser valiente o de ser cobarde, de cuánto dolor tiene que aguantar una persona, de qué significa la lucha y tomar decisiones. Del porqué de esta segunda temporada.
No quiero avanzaros nada porque me apetece vivir con vosotros estos dos últimos capítulos. Sufrir, sonreír y, todos juntos, soñar con una tercera temporada. Por ahora, lo que es seguro es que los pequeños pulseras (Dani, Mariona y Lucas) se quedan ingresados y buscarán su propio grupo de pulseras. Me imagino que encontrarán a Joan, que será el listo, y a Nuria (la chica en coma), que será la imprescindible, y todos juntos tendrán que buscar al guapo… Siempre es el último en aparecer. Pero a la chica, al líder y al segundo líder, que sería el líder si no existiera ya un líder, seguro que los encontrarán. Y es que en un hospital todo se repite.
La mejor frase: El diálogo final entre la doctora Andrade y el Mir Josep. «A veces hay que aceptar que la medicina no tiene todas las soluciones». Para vivir, es necesario vivir…
La mejor secuencia: Ver cómo Lleó y los pulseras están fuera. Irse del hospital en el que tanto tiempo hemos vivido con ellos… Y el «me dejaré encontrar» del ángel.
Nos vemos en el capítulo 14. Y recordad que para luchar con fuerza debes abandonar y, para abandonar, tienes que haber luchado con todas tus fuerzas.