Ya solo quedan tres capítulos para acabar la segunda temporada. Los tres últimos: 13, 14 y 15. En el capítulo 12 hemos intentado contar qué sientes cuando te dicen que tienes cáncer, pero de una manera muy diferente a la primera temporada o a ciertos momentos de la segunda. Ya hemos visto antes qué es sufrir, no superarlo, hundirte… Pero a veces la intensidad es tan grande que no la puedes digerir, no se puede explicar de una forma normal, necesitas acudir a la imaginación, a la locura, al sueño…
Los capítulos 11 y 12 son, en realidad, uno solo. Son dos bloques que hablan sobre qué significa que te digan que el cáncer ha regresado de una manera que no esperas y que resulta difícil de asumir. Podríamos haber visto el dolor, las dudas, el miedo… O resumirlo todo en lo que siente Lleó en las dos preguntas que siempre te haces cuando el cáncer vuelve: 1) ¿Por qué a mí? 2) ¿Sigo luchando?
Las cuatro veces que me han detectado cáncer siempre me he preguntado esto. Siempre a mí mismo, siempre interiormente. Siempre muy adentro. Las dos preguntas las responde este capítulo haciendo un homenaje al maestro Frank Capra. Si en ‘Qué bello es vivir’ el protagonista se preguntaba cómo sería su vida si no hubiera nacido, aquí nos preguntamos cómo sería la vida de Lleó sin la enfermedad… ¿Quién no se ha hecho esta pregunta cuando vuelve a tener cáncer: se acabará esto alguna vez?
La duda de quién serías si no existiera la enfermedad, de en quién te convertirías… Evadirte de la realidad… Y es que todo es un gran sueño en la mente de Lleó, un sueño necesario. Y, por supuesto, en el sueño vemos que sin él no existiría el grupo. Y sin el grupo, no tendríamos la fuerza de los Pulseras… Y Roc, Cris, Jordi y Toni no serían los mismos. Y es que una vida acaba tocando y mutando a otras tantas…
Es duro descubrir que la enfermedad te quita cosas pero te regala otras. Es el pack entero, no lo puedes dividir ni escoger lo que quieras. Y por esta razón las dos primeras partes de los capítulos van sobre «¿por qué yo?». Después llega la decisión: luchar o no luchar… Nunca he pensado que lanzar la toalla sea de cobardes. ¿Cuánto debe luchar una persona para que se la considere valiente? ¿Cuántos cánceres ha de pasar? ¿Cuánto dolor tiene que soportar?
Lleó acaba el capítulo decidiendo que no quiere seguir luchando. Y como dice en la escena con Andrade, a veces cuando entras en el hospital te cuentan qué te pasará a los cinco años si todo va bien y durante los siguientes si todo va mal. Pero nunca te hablan de abandonar. Me emociona este final… Nos quedan tres capítulos… Alcemos las pulseras…
La mejor frase: «Abandonar nunca estaba en aquel esquema, por qué?»
La mejor secuencia: Toda la final de la doctora Andrade. Me emociona y me toca mucho.