Espero que os haya gustado el segundo capítulo de la segunda temporada. En este capítulo intentamos hacer un paralelismo entre la vida fuera del hospital y la de dentro, entre la vida de Jordi y la de Lleó.
Y es que la vida en el hospital siempre va a otra velocidad, sobre todo si es el día después de la recaída. Durante todo el capítulo vemos los problemas que tienes al salir del hospital, ese regreso siempre difícil. Hay que perdonar a los que no han venido a verte. La compasión y las miradas son difíciles de sobrellevar. Y vemos a Jordi en su flashback, intentado aprender a comportarse y a saber quién es.
Este es el tema central del capítulo. ¿Quién eres cuando vuelves al colegio tras el hospital? ¿El que eras antes o aquel en el que te has convertido tras luchar por tu vida? Lleó se encuentra con una pregunta parecida. ¿Es un repetidor que no deja de tener cánceres y que le da pena a todo el mundo o puede llegar a ser el luchador que era antes, cuando todo empezó?
De nuevo la valentía y dónde buscarla. A veces puede parecer que el valor se encuentra en cortarte el pelo o en dejar el colegio y cambiar de ciudad. Pero en ocasiones nada de esto sirve y tu valentía está en otro lugar y te la tienes que ganar.
Yo también enterré mi pierna, como Lleó, y una vez al año la voy a ver. De regalo le llevo mi zapatilla de nadar, la que no utilizo. No es mucho, pero para mí es importante. Ella me «aguantó» durante mucho tiempo y el día que voy la emoción siempre es máxima. A veces me pregunto si mi pierna echa tanto de menos a su cuerpo como mi cuerpo añora a su pierna.
Y allí es donde Lleó busca su valentía, en la que un día será su tumba. Pero quizás la encuentre en otro lugar, en otros ojos…
El valor no es fácil de encontrar y menos si lo buscas en solitario. Es un capítulo duro, pero el día después de saber que seguirás en el hospital siempre es duro. Siempre… No hay mucha felicidad.
Quiero agradecer en este blog, como siempre, la ayuda de todo el equipo artístico y técnico porque sin ellos la serie no existiría. Siempre digo que yo soy una pequeña parte.
Y mis agradecimientos también a Mikel Iglesias el actor que hace de Ignasi, que guardó durante tiempo el secreto de que volvía a salir en la serie. Es difícil mantener un secreto tan grande y, sobre todo, tener que esconderse siempre que venían cámaras al rodaje. Eres grande, Mikel, y tenías que volver por muchas razones, pero la principal es que la gente que pierdes en el hospital nunca desparece.
Yo he perdido a muchos amigos en el hospital y siempre continúan cerca de mí, siempre… Las 3,7 vidas del pacto de vida que hicimos hace que continúen dentro de mi. De alguna forma les sigo viendo, y es que vives por ellos e intentas que la manera de actuar en la vida sea consecuente con su lucha. Y si no lo es, a veces se te aparecen para decírtelo de alguna manera. Y es que su lucha jamás fue en balde, ha de tener un sentido.
Mi escena favorita: La del señor Benito con Lleó, quizás porque la he vivido muchas veces. Un padre hospitalario diciéndote que tienes que luchar y no acobardarte.
Mi frase preferida: «Ser cobarde no va contigo, Lleó.» Me encanta cómo la dice el señor Benito, sin rencor, con cariño. Y la de Toni: «¿Crecer? Todos hemos crecido.»
Las fotos que os añado hoy con el blog son de momentos de descanso de los chicos y ojalá os gusten. Y vuestra secuencia y frase favoritas, ¿cuáles son?
Nos vemos en el capítulo tercero. ¡Arriba pulseras!