Artículo 473. Y esta madrugada son los Oscars. Sé que este año el tema estrella de la gala será el color de los Oscars. Espero que haya discursos apasionados por la igualdad a la hora de nominar interpretes y equipo técnico. No hay duda que después de 89 galas, donde 356 actores y actrices han levantado estatuillas que solo hayan premiado 14 actores afroamericanos, que equivale a un 3,93 %, es algo realmente muy triste.
Pero una de las amigas con las que veo cada año los Oscar me hizo ver otra injusticia que también se produce. Resulta que… Casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “La piedra oscura” (Lliure) Sensacional el dúo protagonista. Una revelación Nacho Sánchez que consigue meterse tanto en el papel que hasta en los aplausos supura sufrimiento.
2º lugar. “Lang Lang” (Auditori) Una vibración muy interesante se produce al escuchar a este músico. Fascinante la elección de Rubén Gimeno para dirigir a la fabulosa orquesta.
1a posición. “Las hermanas Labèque” (Palau de la Música) Estas dos hermanas consiguen que cualquiera de sus interpretaciones sean inolvidables. Ese dúo de felicidad ya pervive en mi alma.
Y volviendo a la gran injusticia de los Oscars, tiene que ver con otro colectivo ninguneado: Los niños. Sólo 10 menores de 17 años han ganado el Oscar, un 2,78 % y eso gracias que durante unos años existió un Oscar a las interpretaciones juveniles…
Y de la unión de estos dos grupos, nace la teoría de mi amiga sobre el colectivo menos premiado. Ya que si eres un niño afroamericano menor de 17 años jamás ganarás un Oscar. No existe ningún premiado con estas características.
Ojalá pronto se rompa esta injusticia. Este año Jacob Tremblant, el niño de Room o Michael B. Jordan de Creed no podrán subir al escenario pero espero que Stallone y Rampling ganen y demuestren que 70 años no es nada. ¡Feliz noche de Oscars!