Artículo 405. Tengo un amigo que va en silla de ruedas y defiende como nadie los derechos de las personas “minusválidas”. Lo pongo entre comillas porque como él y yo siempre decimos es una palabra a abolir y cambiar por “especial”, refleja más lo que todos somos.
Él siempre lucha por la uniformidad de las tarjetas de aparcamientos que te dan para poder aparcar en sitios de minusválidos. Es increíble porque en cada ciudad tienen leyes diferentes sobre donde puedes aparcar. Así que él ha tenido que memorizarse una lista para que no le vayan multando según viaja.
Lo increíble es que si viajas a Estados Unidos la tarjeta no te permite aparcar en los lugares para minusválidos ni los americanos en sillas de ruedas pueden aparcar aquí.
Es de vergüenza que en estas épocas globalizadas nadie cree una tarjeta universal. Pero lo más curioso es que… Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana:
3er puesto. “Camí particular (Btv) Me entusiasma porque recorres cada semana trayectos favoritos por razones inquietantemente fascinantes.
2o lugar. “Jongens” Una gran película que con tan sólo 78 minutos te transporta muy lejos. Gijs Blom encuentra un extraño personaje que jamás deja de buscar en su interior.
1a posición. ”D’après une histoire vraie” (Mercat de les flors) Un espectáculo tan increíblemente brillante que cuando sales ha cambiado parte de tu propia alma.
Y volviendo a mi amigo, me comenta que lo más curioso es que cada diez años te has de renovar la tarjeta de minusválido. Él siempre me comenta que ojalá un día deje la silla de ruedas pero que lo ve complicado.
Extraño este mundo, como él siempre dice, todo empezaría a cambiar si modificasen el símbolo de “minusválido”. En lugar de una silla y un tipo encima, que pusieran una increíble estrella brillante. Todos querrían tener una estrella brillante, un símbolo a la altura de lo que somos. ¡Feliz domingo!