Espero que os haya gustado el tercer capítulo de la segunda temporada. Este episodio habla, sobre todo, de la verdad y de la mentira. Todos nuestros personajes se debaten entre la verdad y la mentira.
Jordi vive desde hace años en una mentira. Si no existe el bulto, no existe el problema. Lo que le pasa no es nada raro, es muy difícil explicar que te ha salido un bulto en un ganglio cuando llevas tiempo fuera del hospital. Tu vida vuelve a funcionar. Vuelves a estudiar o a trabajar. Vuelves a tener amigos. Vuelves a encontrar el amor. Y sabes que ese bulto lo puede estropear todo… Hará que regresen las radiografías, las batas, los médicos, las visitas, los miedos… Los miedos… Da miedo volver a ingresar cuando ya te habías ido. Hay que tener valor. Como siempre en esta temporada, el tema de la valentía.
Lleó también se encuentra en este debate. Mentir a su hermana sobre lo que tiene le lleva a mentir a los doctores, mentirse a sí mismo. Rym tampoco ha dicho la verdad sobre dónde tiene el tumor. Quizás porque lo necesita, porque si piensa que está en otro sitio, todo resulta menos doloroso. Y Cris también miente. Si crees que no vomitas, si lo dices muy fuerte y con seguridad, quizás puedas llegar a creer que no has vomitado.
Pero las mentiras de nuestros pulseras van perdiendo fuerza poco a poco y se acercan lentamente al hospital. A su verdad.
Me gusta mucho la escena entre Jordi y Lleó. Dos personajes que están muy enfadados, muy llenos de mentiras y que hablan de sobrevivir o reinventarse. Jordi se ha reinventado para sobrevivir. Lleó, cuando se encuentra con Benito, quiere reinventarse, crecer, olvidar a aquel hombre que siempre le dice cuál es el camino correcto. Sin él, podrá reinventarse o mentirse mejor. Al menos eso piensa Lleó.
Capítulo duro, difícil. Capítulo complicado en el que Lleó se pasea por el hospital intentando encontrar su fuerza… Pero solo la verdad le puede ayudar. Y la sinceridad siempre tiene relación con los sentimientos. Rym le explica su verdad y Lleó hace lo mismo. Y este pequeño acercamiento, esta despedida a un pecho no tocado pero deseado hace que nuestro Lleó sonría. Un pequeño paso hacia su propia verdad.
Mi escena favorita: Sin duda la de Lleó y Benito; dura, terrible, pero a la vez tremendamente expresiva. Y la despedida del pecho… Tierna y preciosa.
Mi frase preferida: «Fuera te tienes que reinventar.» La pronuncia Jordi, al que parece que no conocemos pero que en realidad no deja de ser el chaval que se fue del hospital con mucho miedo acumulado.
Las fotos que os subo son de momentos de descanso de los chicos y ojalá os gusten.