Artículo 402. El otro día un amigo me contó que recopilaba las grandes mentiras del cine. Aquellos datos que cuando vemos una película creemos que son reales. Él los apunta en una libreta dividida por temáticas.
Me contó casi un centenar, algunos me dejaron totalmente boquiabierto. Por ejemplo que la famosa llamada que en las películas todo detenido pide cuando le arrestan, en realidad no existe. No hay ninguna ley en Estados Unidos que ampare realizar una llamada cuando te detienen.
También del tema de explosiones tenía un montón de incongruencias. Y es que un cigarrillo no prendería la gasolina de un coche o una bala no rompería un candado ni mucho menos haría explotar un tanque de gas.
Totalmente fascinante lo que nos hemos creído gracias al cine. Pero quizás hubo dos mentiras que me parecieron realmente curiosas. Fueron… Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.
3er puesto. “A escondidas” Una historia conocida contada de una manera diferente. Sobre todo me entusiasmó ver la energía que Alex Angulo depositaba en cualquier tipo de papel.
2o lugar. “La isla mínima” Me encanta como se construye esta historia, cada uno de esos pequeños cabos sueltos que va dejando y la increíble actuación de la pareja protagonista.
1a posición. ”How to get away with murder” Prometedor arranque de esta serie que huele a House pero que creo que puede derivar en una esencia personal si saben moderar la trama principal.
Y volviendo a las mentiras del cine. Las dos que más me impresionaron fueron descubrir que una pistola con silenciador suena muchísimo cuando la disparas y que un disparo en el hombro es casi de lo peor que te puede pasar por el dolor que produce.
Realmente curioso, pero como dice mi amigo, la gran mentira comienza cuando vas a una sala de cine y te dicen que la película empieza a una hora y te tienes que tragar 20 minutos de anuncios. ¡Feliz domingo!